No todo el mundo puede cultivar hortalizas de calidad en campo abierto donde quiera. A menudo hemos hablado del clima de la zona hortícola del norte de Bretaña, pero no de la calidad de su suelo. Sin embargo, es una de las grandes riquezas de la región que permite producir hortalizas variadas y de calidad.
Los suelos de nuestra región son muy variados y ofrecen grandes ventajas para el cultivo de hortalizas de campo abierto. Para saber más sobre el terruño bretón, hemos consultado a Rémi Charbonnier, consejero agrónomo y especialista en hortalizas de la Cámara de Agricultura de Bretaña.
En este artículo, nos habla de las características únicas de estos suelos y destaca los factores clave que contribuyen a la prosperidad de la horticultura en nuestra región.
Heterogeneidad del suelo y adaptabilidad a diferentes hortalizas de campo abierto
El primer rasgo distintivo de los suelos de esta zona, conocida como el Cinturón de Oro, es la heterogeneidad de los suelos, que se complementan entre sí para satisfacer las necesidades específicas de las plantas, en función de su precocidad. “Las zonas cercanas al mar tienen suelos más arenosos, ideales para el cultivo de tubérculos como la zanahoria. En cambio, las tierras más alejadas de la costa se caracterizan por suelos limosos aptos para una gran variedad de hortalizas, como coliflores, alcachofas, chalotas y cebollas.
La historia edafológica de la región, marcada por la erosión eólica y la antigua presencia del mar, ha contribuido a dar forma a estos suelos únicos, que hoy ofrecen oportunidades excepcionales para diversificar los cultivos hortícolas”.
Profundos suelos limosos, una ventaja para la agricultura
Los suelos son la epidermis de la tierra, de 0 a 2 m de espesor en los medios templados. En el cinturón hortícola del norte de Bretaña, el suelo es predominantemente limoso y tiene una composición ideal para la agricultura. “Estos limos, patrimonio de la región, proceden originariamente del mar. Son ricos en materia orgánica y constituyen una base fértil para los cultivos, en particular las hortalizas de campo abierto. La naturaleza ligera de estos limos facilita el trabajo de la tierra en comparación con los suelos arcillosos. Permite una mejor aireación del suelo y favorece el desarrollo de los sistemas radiculares, en particular el de la coliflor, que puede alcanzar hasta 60 cm”.
Una reserva útil elevada que limita la necesidad de riego
Lo que llamamos “reserva útil” corresponde al agua utilizable por la planta, que se retiene en forma de películas bastante gruesas alrededor de las partículas del suelo o en los capilares finos. ”Nuestra región se distingue de otras zonas por tener una gran reserva útil, vinculada al alto contenido en limo, que oscila entre el 60 y el 90%. Esta característica contribuye a reducir la necesidad de riego, una ventaja crucial en un momento en que las sequías son cada vez más frecuentes. Sin embargo, la variación de la reserva útil puede ser significativa de una parcela a otra, y son necesarios estudios en profundidad para evaluar estas variaciones y comprender sus implicaciones, con el fin de elegir los cultivos adaptados a cada zona”.
Buen drenaje del suelo para evitar el estancamiento del agua
Regar, sí, pero no demasiado. Aunque la pluviosidad es relativamente alta en nuestra región, las hortalizas cultivadas en campo abierto no soportan mantener sus raíces en el agua durante demasiado tiempo. Pero también en este caso, la Bretaña Septentrional tiene un as en la manga. Rémi Charbonnier explica: “Los suelos de la zona hortícola del norte de Bretaña suelen estar bien drenados, por lo que el agua no se estanca en las parcelas. Esto es esencial para evitar la asfixia de las raíces de las hortalizas. También garantiza un entorno favorable para el desarrollo de los cultivos. La composición del suelo, combinada con unas prácticas de labranza cuidadosas, contribuye a mantener un drenaje óptimo”.
Un pH ligeramente ácido favorable al cultivo de hortalizas de campo abierto
En nuestra región, el pH del suelo es superior a 7 y ligeramente ácido. Esto crea un entorno favorable para el cultivo de hortalizas. “Esto es bueno para la calidad, el sabor y el rendimiento de las hortalizas. Algunos tipos de cultivo se benefician especialmente de este pH”.
El cinturón horticola del norte de Bretaña ofrece una combinación única de características edafoclimáticas, lo que crea un entorno ideal para el cultivo de hortalizas de campo abierto. Los productores de la región pueden aprovechar estas ventajas para suministrar productos de calidad, contribuyendo al mismo tiempo a una agricultura sostenible y resiliente.